Mi canción desesperada

Como en una partida de hundir la flota:

Tocada, y hundida

Una vez más…

Y yo sin poder ver donde están tus barcos

Para contraatacar…

y sabiendo que es todo cosa del azar,

quizás si me muevo hacia ese otro lado,

no me puedas alcanzar…

vaya, ya me has vuelto a dar…

--

Quiero que formes parte de mi archipiélago de sinceridad,

de personas que me importan de verdad

y con las que me puedo parar a descansar,

dejando de lado toda falsedad,

con las que no es preciso hablar,

porque con una mirada, o un gesto,

nos podemos comunicar,

donde no hay silencios incómodos,

y solo existe paz…

quiero que seas mi oasis de sinceridad…

--

Siento tener que llegar a ti solo con palabras,

espero que estas hagan más amena la espera....

y resuenen en nosotros cuando estemos juntos,

para que puedan volver a brotar una vez más

cuando estemos separados…

al fin y al cabo, es nuestro estado natural,

solos, separados, incompletos…

Espero poder llegar a ti solo con palabras…

aunque sé que no es suficiente,

espero que te llenen de alguna manera…

al final será lo único que nos quede,

lo único real…

los recuerdos se borrarán…

los poemas en cambio, permanecerán,

con ese deseo de perdurabilidad,

de resistencia al paso del tiempo,

de no querer dejarse llevar,

de conseguir la inmortalidad…

Y es que he estado más veces contigo sin ti

que contigo…

que te he besado más con palabras que a ti en realidad,

que te he sentido cerca más en mis sueños que en la realidad,

que he dormido mil y una noches contigo en mi mente…

pero ninguna en realidad.

Que solo nos quedan las palabras al final…

Que se me desgastan los recuerdos de tanto volverlos a ojear,

que necesito otros nuevos para poderlos archivar.

Que esta es mi canción desesperada…

En la que te digo que me haces falta,

que exijo verte en la realidad,

porque el que hace de ti en mis sueños,

esta pidiendo la baja por desilusión,

y por cansancio de repetir una y otra vez el mismo guión…

que los recuerdos se apagan

las ilusiones se acaban

y al final lo único que nos queda,

son las palabras…