Me fui a mi isla desierta,
quise olvidarte,
quise convertirme en roca,
y por un momento funcionó,
pero el agua acabó calándome.
Quise ponerme una armadura y andar con ella por la calle,
pero me venía demasiado grade,
(No sé como puede andar la gente con algo tan pesado…)
Mantuve mi tiempo ocupado,
procurando aprovechar todo lo que había perdido.
Quise coger un tren a ninguna parte,
pero me dijeron que estaban agotados…
-Que esperaba señorita? Decía el conductor… no hay lugar
como ninguna parte!
Así que volví a mi isla e intenté pintar algo,
pero la inspiración no quiso acompañarme,
Cogí mi guitarra,
Y acabé tocando las mismas canciones,
Empecé a leer, pero se alternaban las estrofas con mis
pensamientos,
Y tenia que volver a leer la página de nuevo…
Entonces decidí coger mi cuaderno,
últimamente parece ser lo único que me funciona.
Ahora el mar de mi isla está tranquilo,
y ya no espero divisar tu barco a lo lejos,
pero aun hay mañanas
en las que parece que hayas venido a despertarme
y luego te hayas ido sin hacer ruido,
es entonces cuando me levanto
y me siento en la arena ,
a esperar a que el viento
borre tus huellas…
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