Vamos a fundirnos como los pigmentos en la encáustica,
Seremos la mezcla de primarios formando complementarios,
secundarios y la gama infinita de colores más extraños.
Vamos a desdibujarnos los contornos con el difumino,
a perdernos en la
línea discontinua
o a emerger a golpes
de luz de una grisalla.
Déjame ser tu fotolito,
la matriz a la que
volver una y otra vez
a estampar de colores
tu realidad.
O si lo prefieres, vistámonos de azul Klein en una
cianotipia
O hagamos transferencias de este fotograma
Por donde quieras.
Si no te gusta el papel rasgado,
Podemos hacer un collage con los pedazos.
O si decides que es mejor reservar algún fragmento
Puedo ser tu cinta de carrocero,
para que dentro de un
tiempo,
cuando vuelvas la mirada,
los blancos te parezcan más blancos
y la situación respire
en armoniosa composición.
No te preocupes,
los bocetos de ensayo y error son mi vocación.
Vamos a mirarnos con perspectiva,
Que la relación entre distancias
Siempre fue muy relativa para quien la mira
Y a mí todo me parece siempre un cuadro cubista.
Tipografiemos nuestras iniciales
En papel de 300 gramos,
Para que la textura del gofrado,
Pueda leerse incluso con los ojos cerrados.
Seamos mural en las paredes sin imprimar,
Efímeros al paso del tiempo,
Pero resistentes a una lluvia torrencial
Me siento como un material fotosensible,
que al contacto con tu luz,
Se disuelve en tus matices.
Vamos a pintarnos lento,
Con pinceladas constructivas,
Respetando los tiempos de secado
Y siendo conscientes de cada paso.
Porque en este cuadro
Siempre inacabado,
No importa que sea figurativo o abstracto,
Sino que al mirarlo
Recordemos todo lo que hemos disfrutado.