Quiero ser la que te prepare la cama y la calma,
la que te arrope con mantas
cuando llegues después de una tormenta
en los días de resaca.
La que te recomponga con abrazos cálidos
cuando el frío parezca haberse instalado
y ya no nos queden vasos
en los que llenar con vino este vacío
para poder seguir diciendo que el nuestro esta medio lleno,
medio lleno de todas las cosas que dejamos a medias
por el temor a hacerlas desbordar
y ver como se rompe otra copa...
De esas en las que solíamos brindar
para que las esperanzas un día
se hicieran realidad.
He venido a secar tus lágrimas con sonrisas
a recordarte que no debes dejar que ellos te definan
ni creerte las historias que en tu mente
se reafirman
proyectando pensamientos
para que pierdas la partida.
He venido a sembrarte de dudas
a romper con lo establecido
a ser tu reflejo
y si no te gusta lo que ves
quizás debas arreglarte tú primero
que aquí somos todos espejos
que no soportan su reflejo.
Cuánta magia hay en las noches
de exceso y máscaras
de palabras que se amontonan y cuerpos que bailan
de miradas furtivas y nostalgias escondidas..
Y cuánto de verdad
queda de todo aquello por las mañanas…?
Cuando vengas con heridas bajo tu armadura
no dudes en llamar a mi puerta
te he preparado la calma y la cama,
el tiempo del amor en llamas
para que te quedes
mientras arda…
( Cuando salgas por la puerta, no te olvides de recoger las cenizas..)
( Cuando salgas por la puerta, no te olvides de recoger las cenizas..)
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